Hace casi 10 años, se aprobó la construcción de las centrales hidroeléctricas con megarepresas Chadín 2, de Odebrecht, y Veracruz, de Enel, en el río Marañón. Hoy se encuentran paralizadas y han dejado de ser comercialmente viables. Las poblaciones locales se oponen a su construcción y especialistas alertan que hacerlo sería una catástrofe ecológica.