Mariano Panta y su reinvención gracias al mar de Illescas

Con el propósito de diversificar sus ingresos económicos, Mariano decidió montar un nuevo negocio de turismo inspirado en su amor y respeto por ese mar ubicado en frente de esta gran reserva piurana, uno de los puntos más solicitados por su clientela.
POR: SPDA / FECHA: 08.09.2025
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Foto: Nick Torres / SPDA

Su abuelo y su padre le heredaron su interés por el mar. Por muchos años, Mariano Panta se dedicó a la pesca artesanal e industrial, hasta que llegó la pandemia y surgió en él una nueva idea de negocio, que tanto su progenitor como otros familiares del rubro pesquero no compartían: montar una flota de embarcaciones pequeñas, tipo yates, que realicen recorridos turísticos en diferentes zonas de la costa de Sechura, Piura, siendo una de las más atractivas la Reserva Nacional Illescas.

Tras un breve paso por las islas Ballestas, en Paracas, debido a un problema con una embarcación, Mariano ideó replicar estos recorridos. Así nace “Yate Sechura” y sus recorridos a Punta Bayovar, Punta Aguja e Illescas. En esta última zona, los grandes atractivos son la presencia de lobos marinos y pingüinos, así como los avistamientos de ballenas, situación que Panta conocía por su pasado como pescador y que se ha convertido en uno de los mayores atractivos al momento de organizar sus salidas con los turistas que contratan sus servicios.

Con la reactivación económica tras las primeras olas de la pandemia, Mariano inició sus viajes con amigos, quienes lo apoyaron en la toma de fotos y grabaciones para promocionar su negocio a través de las redes sociales. A la par de su crecimiento como empresario, Panta desarrolló una mayor sensibilización y respeto por la conservación de las especies marinas y actualmente hace una autocrítica por ciertas acciones de parte de pescadores: lanzar combustible y aceite al mar, así como botar recipientes que terminan varados en las playas de Illescas.

En la actualidad, Mariano forma parte de un grupo de voluntarios invitados por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) que ayudan con la limpieza de playas vírgenes de la reserva y tiene como objetivo que se sumen más pescadores a fin de conocer la importancia de conservar Illescas.

Foto: Nick Torres / SPDA

Como parte del proyecto BAF: Mar 2025, desarrollado por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) y The Nature Conservancy (TNC) Perú, el Sernanp y con el soporte de Blue Action Fund, Mariano, junto a un grupo de pescadores y operadores turísticos de Bayovar que trabajan en la Reserva Nacional de Illescas, son parte del grupo que ha sido formalizado en la actividad turística y capacitados para implementar un turismo sostenible, además, sobre la importancia de conservar esta zona a través de charlas, talleres o voluntariado en limpieza de playas. 

Para Mariano Panta este tipo de concientización es importante, pues generará mejoras en la reserva y con ello llegará un mayor número de turistas. Este pescador que se reinventó en la pandemia, considera que la unión de los diferentes gremios es el único camino para lograr tanto la conservación de las playas vírgenes que recorre en sus yates, como su aprovechamiento económico. La consigna es heredar un territorio rico en biodiversidad y que pueda ser disfrutado por las próximas generaciones. 

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