El pasado sábado 7 de diciembre, un grupo de 67 pescadores de Mórrope y Chiclayo recibió equipos para optimizar su seguridad y condiciones de trabajo, en el ámbito de la Reserva Nacional Illescas (Piura). Se dotó con 30 trajes de neopreno para facilitar sus faenas de pesca en aguas frías. También se les proporcionó cajones térmicos para garantizar una mejor calidad y duración de sus productos pesqueros, lo que les permitirá obtener mejores precios en el mercado.
Estos pescadores también se han convertido en aliados de la conservación al haber firmado acuerdos de conservación con la Reserva Nacional Illescas, pasando a ser colaboradores de la gestión del área protegida, contribuyendo al cuidado y protección de los ecosistemas marino costeros; con lo cual también su principal medio de vida, la actividad pesquera, se ve beneficiada.
La entrega de equipos y los acuerdos se han llevado cabo en el marco del proyecto BAF: Mar 2025, ejecutado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), The Nature Conservancy Perú (TNC Perú) y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). Además, gracias estas acciones los pescadores han formalizado su actividad.
“Los pescadores, paulatinamente, vienen asumiendo los compromisos establecidos en los acuerdos de conservación. Esperamos que esto redunde en el mantenimiento del estado de conservación del Área Natural Protegida”, destacó Aldo Aguirre, jefe de la Reserva Nacional Illescas.
Marco Ruiz, coordinador del proyecto BAF del programa Océanos de TNC Perú, señaló que “dotar de condiciones de trabajo y seguridad a los pescadores artesanales permite mejorar la actividad pesquera, respetando los compromisos asumidos de proteger Illescas para las generaciones futuras”. Además, destacó que los acuerdos de conservación firmados entre la reserva y los pescadores representan un hito de colaboración en beneficio del área protegida.
Por su parte, Ernesto Bustamante, Coordinador en Gestión de Proyectos del Programa de Gobernanza Marina de la SPDA, destacó el potencial que ahora tienen las organizaciones pesqueras gracias a la formalización y la firma de los acuerdos de conservación.
“Desde la SPDA hemos trabajado junto a los pescadores en sus procesos de formalización y, posteriormente, en la firma de sus acuerdos de conservación con la Reserva Nacional de Illescas. Estos acuerdos traen responsabilidades, pero también oportunidades, como la posibilidad de recibir apoyo de instituciones públicas y privadas a través de capacitaciones y equipamiento, además, les da la oportunidad de postular a fondos para fortalecer sus actividades pesqueras. Es un gusto ser partícipes de esta contribución del proyecto BAF, ya que representa una primera capitalización de oportunidades como consecuencia del compromiso de los pescadores de Mórrope por apostar por la conservación y la pesca responsable en esta zona”, destacó Bustamante.
Como parte de las actividades del proyecto, los pescadores artesanales de Mórrope y Chiclayo participaron en el “Taller para fortalecer capacidades en desarrollo y gestión del emprendimiento”. Los pescadores asistieron a sesiones teóricas y prácticas que les permitieron identificar oportunidades y prioridades para mejorar sus actividades pesqueras.
Los acuerdos de conservación fortalecen la colaboración de las comunidades con el área protegida al comprometer a los pescadores en acciones conjuntas, como el uso de artes de pesca selectivos, el respeto por las tallas mínimas, el mantenimiento sanitario de espacios de trabajo y la actuación como vigilantes comunitarios. Estos esfuerzos reflejan su compromiso por salvaguardar los valores de conservación de la Reserva Nacional de Illescas, consolidándose como socios estratégicos clave para la jefatura y sus objetivos de protección.